HISTORIA / HISTORY
LOS COMIENZOS / THE BEGINNINGS
En la localidad de Vicenza, rodeada por las villas y palacios palladianos nació Giosué Zemin un 27 de marzo de 1894. En 1926, cuando acababa de cumplir 32 años, perseguido como consecuencia de problemas políticos, decidió de manera inesperada y repentina emigrar a la Argentina. Y fue así que partió desde el puerto de Génova, tal como lo hacían en aquellos años muchos italianos y oriundos de otros países europeos que optaban por emigrar a América.
Después de trabajar de modo duro y obstinado por dos años, en 1928 consiguió reunir el dinero necesario para que su familia pudiera viajar al Río de la Plata. Hay que destacar que no se trataba de un pequeño grupo familiar, ya que su esposa, doña Rosa Cavallieri, tenía cinco hijos, el último de los cuales -Ivo- había nacido poco después que su padre partiera hacia la Argentina.
Siempre fiel a su oficio de carpintero y ebanista, Giosué comenzó a trabajar en forma independiente en 1933, y pasados pocos años empezó a incorporar uno por uno a sus hijos para fundar de ese modo en 1952 una firma que se bautizó como Giosué Zemin e Hijos.
Así, a partir de 1968, Bruno, Otello e Ivo formaron una sociedad que se llamó Zemin Hnos. SRL y decidieron a partir de entonces orientar la producción básica de la fábrica a los muebles especiales que demandaban de manera creciente los estudios líderes de arquitectura de nuestro país.
Al promediar los años 70 se incorporaron Osvaldo y Rubén, sumándose los dos al esfuerzo colectivo y repartiendo su tiempo entre la ingeniería del mueble durante el día y los estudios universitarios de arquitectura por las noches.
Así fue que, a partir de 1997, al concluir un ciclo de la empresa familiar, se produjo el nacimiento del Estudio Zemín y Asociados SRL, con una nueva planta industrial dotada con las más avanzadas calificaciones tecnológicas y con máquinas y equipos de última
generación, importadas de Europa. A esos adelantos se añadió la presencia de profesionales preparados para brindar a los clientes un servicio del más alto standard, tanto en la interpretación cabal de los planos preparados por los estudios de arquitectura y decoración,
como en el ajuste de los mismos y la adecuada puesta en obra de todos los elementos diseñados por arquitectos y decoradores.
El mismo espíritu en otro contexto
Los que hemos conocido las virtudes artesanales que en la década de los 50 exhibía la firma Giosué Zemín e Hijos, con una respuesta perfecta a cada uno de los problemas que se le planteaban en materia de carpintería de madera, hemos visto la evolución tecnológica que
esta familia encaró a lo largo del último medio siglo.
En efecto, el extraordinario cambio que se verificó en el campo de las maquinarias y en los procesos informáticos, con la aparición de nuevos materiales y enchapados, adhesivos, herrajes y accesorios aplicados en la fabricación de mobiliario y elementos especiales, fue asumido por los hermanos Zemín con flexibilidad y sapiencia. Con la experiencia acumulada durante más de siete décadas sumada a la destreza profesional y al manejo de los más avanzados métodos industriales.
De este modo, la tradición familiar que tuvo su nacimiento en la siempre recordada Vicenza, ese amor por las fragancias de una carpintería y la cálida suavidad de una madera bien trabajada, se conserva y se exalta con la precisión de la maquinaria más refinada y
moderna y con los detalles surgidos del último programa de la computadora.
Pero estoy seguro de que todas y cada una de las piezas producidas en la planta de los Zemín provocarían una sonrisa de aprobación en el rostro de don Giosué, y a eso apuntan los herederos de esta dinastía peculiar, que saben que al recibir el aplauso del maestro no sólo se gratifican sino que ennoblecen su apellido. Porque cuando se habla de carpinterías especiales o de características peculiares, Zemin es una marca.